- 300 gr. de mantequilla.
- 180 gr. de azúcar.
- 4 huevos.
- 200 gr. de harina.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- 1 cucharada de aroma de vainilla o azúcar avainillado.
- Cacao en polvo.
Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema suave y blanquecina. Añadir el aroma de vainilla y los huevos de uno en uno y sin dejar de batir. Cuando estén bien mezclados, agregar la harina junto con la levadura, tamizadas y mezclar con movimientos envolventes. Apartar un poco de masa en dos cuencos y colorear cada una de ellas con el cacao en polvo, añadiendo a una de las dos masas un poco más de cacao para obtener dos tonos diferentes de color marrón. Ponerlas en dos mangas pasteleras con boquilla redondas pequeñas.
Engrasar y enharinar un molde alto de corona y verter primero un poco de masa blanca, sin teñir. Encima de esta hacemos un círculo con la masa marrón oscuro y luego otro círculo con la masa marrón más claro. Seguimos repitiendo hasta agotar los ingredientes, intercalando masa blanca círculos de los dos marrones (variando su posición: unos más cerca del centro, otros más hacia el extremo). Estos círculos, al cortar el bizcocho, harán el efecto de las manchas de la piel del leopardo.
Meter en el horno precalentad a 180º de 40 a 45 minutos. Enfriar sobre una rejilla y decorar si se quiere con azúcar glas.
Además de rico, vistoso, así lo disfrutamos dos veces. Me gusta y lo has explicado muy bien.
ResponderEliminarBss
Es un bizcocho que cuando lo cortas queda muy bonito.
ResponderEliminarBesos.
Que bonito Lola y que jugosito se ve, tiene que estar de vicio, besos
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