- 10 cucharadas de harina.
- 10 cucharadas de azúcar.
- 500 ml. de leche.
- 500 ml. de agua.
- 1 vaso de los de agua de aceite de oliva.
- Un puñado de matalahúga.
- 1 cáscara de limón.
- 1 rama de canela.
- 1 chorro de anís.
- Pan a daditos (coscorrones)
Preparación:
Freír los coscorrones de pan en el aceite. Retirar y reservar sobre papel absorbente.
En el mismo aceite freír la matalahúga, la canela y la cáscara de limón sin que lleguen a quemarse. Retirar del fuego, dejar enfriar y colar.
Cuando el aceite esté templado, añadir los líquidos (agua, leche y anís), volver a poner al fuego y sin que llegue a estar caliente del todo, añadir la harina, remover hasta que espese y al final añadir el azúcar, remover hasta que se disuelva. Volcar sobre el recipiente o los recipientes donde se vaya a servir, dejar enfriar, añadir los coscorrones y espolvorear con canela molida y servir o mantener en frío hasta la hora de comer.
NOTA.- Se puede comer fría, templada o recién hecha.
Nunca las he comido pero seguro estan deliciosas, besos
ResponderEliminarAcabas de hacer que me transporte a la cocina de mi abuela. Aún recuerdo la tarde en que me enseñó a prepararlas...
ResponderEliminarTe han quedado geniales!
Un abrazo!
Por este nombre conocía yo lo que al venir aquí se tradujo en poleá, pero igual da el nombre, lo importante es lo buenísimas que están.
ResponderEliminarBss
Esto es una receta tradicional, de las que se comen desde hace mucho tiempo y aún siguen vigentes, nos hace recordar a nuestras abuelas. Buen provecho!!
ResponderEliminarBesos.
Nunca he probado las gachas y tengo cierta aprensión hacia ellas por lo que mi padre nos contaba muchas veces. En la posguerra era en numerosas ocasiones el plato con el que engañaban el hambre. Unas tristes gachas, aquí se llamaban "farinetas" elaboradas con harina, ajo y tocino. Es por este motivo por el que les tengo algo de manía. No obstante, las tuyas son mas un postre que un plato de subsistencia, por lo que les concedería una oportunidad y las probaría.
ResponderEliminarBuen día.
Hola Lola, qué alegría pasar por tu cocina y encontrarme con sabores de la infancia. A esta elaboración en tu tierra le llaman gachas, y en la mía poleá. Lo que más me llama la atención es la similitud en los ingredientes, ya sabes que en cocina encontrar dos recetas iguales resulta un imposible.
ResponderEliminarQue pases un buen día. Bstes.
Nunca tuve el placer de probarlas y creo que por lo que leí tienen que estar bien buenas .....bikiños
ResponderEliminarHola, poleás o gachas, da igual el nombre porque lo importante es que es un plato delicioso, barato y tan sencillo que resalta por sí mismo. En mi casa siempre las he visto desde niña y me trae los más bonitos recuerdos. Besos Lola!!
ResponderEliminarThanks for Sharing.. Nice Artikel
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